En Búsqueda de la Totalidad
Hace un año en una cena con amigos, escuché por primera vez sobre este evento… desde entonces me dedique semanalmente a investigarlo, mientras más buscaba, más me daba cuenta de lo afortunados que éramos de poder presenciar semejante momento.
Poco a poco diferentes organismos como la Nasa, Observatorios Astronómicos y entes científicos iban confirmando lo que parecía ser un hito único para la provincia de Córdoba y sin darnos cuenta para mi vida y la de mis colegas.
¿Pero como retratarlo? Mi búsqueda siempre fue que la fotografía sea una invitación a salir afuera, no solo compartiendo paisajes y naturaleza, sino tratando de traducir lo que vivimos cuando estamos en estos lugares.
Luego de varios días de meditarlo, di con la cuenta que quería que haya una figura humana en la foto, dando relación y escala de la persona ante este espectáculo y nuestro vínculo con el universo.
Posteriormente busque que sea desde una actividad y que el momento sea tan preciso y puntual como lo que estaba sucediendo detrás, obviamente todo esto aumentaba el margen de error.
De ahí hable con Sebastián Giordano para poder llevar esto a cabo, uno de mis mejores amigos, ciclista especializado en la modalidad de Trial.
Para esto, debía de ser alguien que admire por su dedicación, que sepa lo que estaba haciendo a la perfección y a su vez tener la confianza para poder hablar sin filtro sobre la marcha.
Con dos meses de anticipación, dimos vueltas por las sierras con una aplicación que permite calcular aproximadamente como se moverán los astros ese día, la búsqueda fue difícil, debía de coincidir con el eclipse, estar ubicado en la franja de totalidad y tener una distancia puntual según el lente que iba a usar que permita enfocar y encuadrar todo en la cámara.
Luego de varios posibles escenarios, encontramos uno que parecía el indicado, una cornisa ubicada en el filo de Merlo, San Luis, al limite de la provincia.
Una vez con el spot marcado, contacte a un colega que se dedica a la fotografía de deporte para poder conseguir un teleobjetivo para disparar a larga distancia, Compramos laminas solares por internet para no dañar el equipo y nuestros ojos, empezamos a seguir el clima de cerca, cruzando los dedos y rogando que las condiciones se den y no se nuble ese día.
Todo esto en voz baja durante meses, realmente no queríamos mostrar ni generar expectativa de algo que tenía grandes probabilidades de que no se dé.
El día de la fecha arrancamos muy temprano (tipo 5:30am) para ir holgados de tiempo, fuimos con un equipo de personas y llevamos handys para poder comunicarnos. Él debía tener las manos al volante y yo en la cámara, pero a la vez poder hablar a 120 metros como si estuviésemos al lado.
Llegados al mediodía, volvimos a medir la situación, almorzamos y esperamos…
Dada la hora cada uno tomo su posición y las agujas del reloj fueron contando…
Hasta que a las 17:40hs del 2 de Julio todo cobro sentido, La luna y el sol se alinearon, la temperatura bajo bruscamente varios grados y una oscuridad total hizo que los animales enloquezcan.
Todo lo que habíamos leído se hizo realidad.
Todo esfuerzo por entender como era que esto iba a pasar y donde debíamos estar encontró su lugar.
Ni las lagrimas de esta tarde, ni el sudor frío, ni el dolor de garganta pueden explicarlo.
Son estos momentos los que hacen que la vida tenga otro significado.